¿Quieres aprender a hacer el mejor bizcocho de limón?
Este bizcocho que te voy a enseñar cómo hacer, a parte de estar riquísimo, es suave y esponjoso. ¿Qué más quieres?
La receta de este bizcocho es tan fácil de hacer que te sorprenderá. Con un molde y unos pocos ingredientes vas a tener todo lo necesario para preparar la mezcla. Ya solo te queda ir conectando el horno y…¡A disfrutarlo!
Los ingredientes que vamos a utilizar son los siguientes:
1 yogur natural (de 125 gramos). También puedes utilizar yogur de limón.
1 limón y su zumo.
3 huevos.
Harina (3 medidas de yogur).
Azúcar (2 medidas de yogur).
Aceite de oliva (1 medida de yogur).
1 sobre de levadura en polvo o polvos de hornear (16 g).
Mantequilla para untar el molde.
Estos ingredientes son para un molde redondo de 23 cm o rectangular de 30 cm
Lo mejor de este bizcocho es que se elabora muy fácil y que además es muy esponjoso. Trataremos de utilizar la medida del yogur como recipiente y lo iremos rellenando de azúcar, harina o aceite para elaborar la receta, por lo que no necesitarás ni báscula ni ningún tipo de tazas. Gracias a esto es por lo que es tan sencillo de preparar. Sabiéndolo, lo puedes preparar en cualquier lugar e incluso puedes aprendértelo de memoria.
A continuación te voy a indicar los pasos que tienes que seguir para hacer de la mejor manera el bizcocho de limón:
Primer paso: En primer lugar, vamos a precalentar el horno a 180º con calor arriba y abajo y ventilador durante los 10 minutos que dedicaremos aproximadamente en elaborar la masa del bizcocho.
Segundo paso: En segundo lugar, rallamos la piel del limón de forma que solo vamos a rallar la parte amarilla. No vamos a rallar la parte blanca porque está amarga. Después vamos a exprimir el limón para obtener su zumo.
Tercer paso: En tercer lugar, vaciaremos el yogur en un pequeño bol para poder utilizar su recipiente desde el primer momento. Después, en un bol grande vamos añadir el azúcar y los huevos. Recuerda batirlos con un batidor de varillas para obtener un mejor resultado.
Cuarto paso: Añade el aceite, el yogur, la ralladura del limón y su zumo y sigue batiendo para que la mezcla quede homogénea.
Quinto paso: Con la ayuda del colador, vamos a ir añadiendo en el bol las medidas de levadura y harina. Este proceso se llama tamizado, permite que estos ingredientes secos se añadan a la mezcla sin grumos, básicamente sirve para que se mezcle bien. Termina de mezclarlo todo, que queden perfectamente integrados todos los ingredientes.
Sexto paso: Primero unta tu molde con mantequilla fórralo con papel vegetal. Después vierte la masa en el molde y colócalo en el horno a una altura media y hornéalo durante 30 minutos. Si se dora demasiado por la zona superior puedes ponerle papel de aluminio por encima para evitar que se dore en exceso.
Séptimo paso: Haz la prueba del palillo. Esta sirve para comprobar si está listo. Consiste en pinchar con un palillo el bizcocho, si sale sin restos pegados es que está listo. Una vez esté listo, apaga el horno, saca el bizcocho y déjalo reposar 5 minutos dentro del molde. Después, desmóldalo y deja que se termine de enfriar.
Una vez el bizcocho se haya enfriado, notarás el exquisito y potente sabor que tiene a limón natural gracias al zumo y la ralladura. Su textura es especialmente esponjosa y eso lo convierte en uno de los mejores y más ricos bizcochos que puedes preparar.
A continuación te voy a dar un consejo que te van a ser muy útiles para que el bizcocho salga más fácil:
El acabado final dependerá completamente del horno y de cómo te gusta que quede el bizcocho. Si quieres que te quede con costra puedes hornearlo 5 minutos más (acuérdate de vigilar para que no se te queme). Eso sí, en todo momento tendrás que realizar la prueba del palillo para comprobar que está completamente listo y con la textura adecuada para que no te quede crudo.
¿Por qué no sube el bizcocho?
Aunque la receta sea típica y sencilla, conseguir un bizcocho con volumen, tierno y esponjoso tiene sus trucos. A continuación te voy a explicar las razones por las que no sube el bizcocho:
Primera razón: Te has olvidado de la levadura o has puesto demasiado poca.
Segunda razón: Has puesto mucha levadura. Echar el doble de levadura tampoco es la solución. Un exceso de levadura hace que la masa suba mucho y muy rápido, pero baje con la misma facilidad.
Tercera razón: La masa puede que esté demasiado líquida o muy espesa. La mezcla debe tener una consistencia intermedia. Ni muy espesa ni muy líquida. Si te ha quedado muy líquida, puedes añadir un poco más de harina. Si, por el contrario, es muy espesa, añade un poco de leche o agua.
Cuarta razón: La temperatura del horno no es adecuada. Debes precalentar el horno antes de cocinar el bizcocho y activar el calor sólo abajo a una temperatura de 180ºC durante el tiempo indicado. El aire sube de abajo arriba, haciendo que el bizcocho suba de volumen de la misma manera.
Ahora que ya sabes los ingredientes, los pasos que tienes que seguir y tienes unos consejos para que te salga perfecta la receta. ¿Por qué no te has puesto manos a la obra y comienzas a hacer la receta?