
Los nuggets de pollo son uno de esos platos que se ganan el cariño de niños y adultos por igual. Su exterior dorado y crujiente, y junto con su interior jugoso y sabroso, los convierten en un bocado irresistible. Aunque los encontramos fácilmente en supermercados y cadenas de comida rápida, hacerlos en casa es mucho más saludable, delicioso y personalizable.
Preparar nuggets caseros te permite controlar los ingredientes, evitar aditivos innecesarios y darles un toque único. Además es una receta ideal para compartir en familia sorprender a los más pequeños. Con esta guía, aprenderás a hacer unos nuggets de pollo caseros que superan con creces a los industriales.
Ingredientes para cuatro personas:
- 500 g de pechuga de pollo
- Un diente de ajo
- 50 g de pan rallado
- 50 ml de leche
- Un huevo
- Sal al gusto
- Pimienta negra molida
- Especias al gusto
- Harina de trigo para rebozar
- Dos huevos batidos para empanar
- Pan rallado para empanar
- Aceite de oliva suave o de girasol para freír
Ahora te voy a decir los pasos que debes seguir para preparar los mejores nuggets de pollo:
- Primer paso: En primer lugar, corta las pechugas en trozos pequeños para facilitar el triturado. Si tienes procesador de alimentos, colócalos dentro. Si no, puedes picarlos muy finamente a cuchillo.
- Segundo paso: En segundo lugar, en el procesador de alimentos, añade el pollo troceado, el ajo picado, el pan rallado, la leche, el huevo, sal, pimienta y las especias que prefieras. Tritura hasta conseguir una masa homogénea. Debe quedar una mezcla húmeda pero moldeable. Si está demasiado líquida, puedes añadir un poco más de pan rallado.
- Tercer paso: En tercer lugar, con las manos húmedas, ve cogiendo porciones de masa y dales forma de nugget. Puedes hacerlos ovalados, redondos o incluso usar cortadores para darles formas divertidas.
- Cuarto paso: Pasa cada nugget primero por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado. Para un extra de crujiente, puedes repetir el paso de huevo y pan rallado para tener un doble empanado.
- Quinto paso: Sí quieres freír los nuggets, calienta abundante aceite en una sartén. Fríen los nuggets por tandas hasta que estén dorados por fuera y bien cocinados por dentro, es decir unos 3-4 minutos por lado. Después escúrrelos sobre papel absorbente. Si quieres hacerlos al horno precalienta el horno a 200°. Coloca los nuggets sobre papel de horno y pincélalos con un poco de aceite. Hornea durante 20 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción. Si quieres hacerlo en la freidora de aire, cocinalos a 190° durante unos 12-15 minutos, girando una vez para dorar a ambos lados.
- Sexto paso: Acompáñalos con tus salsas favoritas: barbacoa, mostaza y miel, ketchup, mayonesa o guacamole casero. También combinan genial con una ensalada fresca o unas patatas caseras.
Ahora te voy a decir unos consejos para hacer unos nuggets irresistibles:
- Usa pechuga o contramuslo: Si quieres una textura más jugosa, el contramuslo sin piel es una excelente opción. La pechuga queda más suave con la leche y el huevo.
- Aromatiza al gusto: Añadir un poco de curry, comino, queso rallado o cebolla en polvo a la mezcla le da un toque extra de sabor.
- Reposa la masa: Deja la masa en la nevera unos 30 minutos antes de formar los nuggets. Esto facilitará el moldeado.
- Congela para después: Puedes formar los nuggets, empanarlos y congelarlos. Así tendrás una opción casera lista en cualquier momento.
- Hazlos más saludables: Para una versión light coma y hornea o cocina los nuggets en freidora de aire en lugar de freírlos.
Ahora te voy a decir los errores más comunes al hacer nuggets de pollo:
- No condimentar bien: Si la mezcla está sosa, los nuggets quedarán insípidos. Prueba siempre una pequeña porción antes de cocinar todo.
- Masa demasiado húmeda o seca: Si está muy líquida, no se pueden moldear. Sí está muy seca, los nuggets quedarán duros. Ajusta con pan rallado o leche según necesites.
- Freír con aceite frío: El aceite debe estar caliente, bien caliente a unos 170-180 grados. Si está frío, los nuggets absorberán demasiado aceite y quedarán grasientos.
- No cocinar bien el interior: Si los haces muy grandes y los fríes rápido, pueden dorarse por fuera pero quedar crudos por dentro. Hazlos de tamaño medio y controla el fuego.
- Empanar sin harina: saltarse el paso de la harina puede hacer que el empanado se despegue. La harina ayuda a que el huevo se adhiera mejor.
Los nuggets de pollo caseros son una forma perfecta de disfrutar de un clásico de forma más saludable, sabrosa y personalizada. Son ideales para comidas familiares, cenas informales o incluso como aperitivo para compartir con amigos. Además, hacerlos tú mismo te garantiza un producto de calidad, sin conservantes ni sorpresas ocultas.
Una vez que los pruebes, será difícil volver a los congelados. ¡Buen provecho y hasta la próxima receta!