Las torrijas son uno de los dulces más tradicionales de la repostería española, son populares durante la Semana Santa. Su origen se remonta a siglos atrás, cuando se elaboraban como una forma de aprovechar el pan duro que sobraba y nadie se comía. Lo enriquecían con leche, azúcar y especias. A lo largo del tiempo, las torrijas han evolucionado a la hora de prepararlas, pero su esencia sigue siendo la misma, llenas de sabor y recuerdos a la Semana Santa. Hoy te traigo una receta clásica para que las puedas preparar en casa y disfrutar de este manjar.
Los ingredientes que vamos a necesitar para hacer un total de 12 torrijas, son los siguientes:
- 1 Barra de pan del día anterior (mejor si es pan especial para torrijas o pan tipo brioche)
- 1 Litro de leche entera
- 200 Gramos de azúcar (100 gramos para la leche y 100 gramos para rebozar)
- 1 Rama de canela
- La cáscara de un limón ( sin la parte blanca)
- 3 Huevos
- Aceite de oliva suave
- Canela en polvo (opcional)
Opcional para dar un toque especial:
- Un chorrito de licor, puede ser anís o ron
- Miel para bañar las torrijas al final
Ahora que sabes los ingredientes necesarios, te voy a decir los pasos que debes seguir:
- Primer paso: Infusionar la leche: En primer lugar, en un cazo grande, debes calentar el litro de leche con 100 gramos de azúcar, añade la rama de canela y la cáscara del limón. Remueve bien. Cuando empiece a hervir, retira del fuego el cazo y déjalo reposar durante 10 minutos para que se infusionen bien los sabores.
- Segundo paso: Cortar el pan: En segundo lugar, mientras la leche reposa, corta el pan en rebanadas de unos 2 cm de grosor. Intenta que las rodajas sean todas del mismo tamaño para una cocción uniforme. Colócalas en una fuente limpia.
- Tercer paso: Empapar el pan: En tercer lugar, cuela la leche infusionada para eliminar la canela y la piel del limón. Vierte la leche caliente sobre las rebanadas de pan, asegurándote de que todas queden bien empapadas. Déjalas reposar unos 10 minutos, dándoles la vuelta con cuidado si es necesario. El objetivo es que el pan quede tierno pero no se deshaga.
- Cuarto paso: Preparar el huevo: Bate los huevos en un plato hondo. Después, calienta el aceite en una sartén amplia a fuego medio-alto.
- Quinto paso: Freír las torrijas: Ya casi acabando, con mucho cuidado, pasa cada rebanada empapada por el huevo batido y fríelas en el aceite caliente. Fríe de 2 en 2 para no bajar demasiado la temperatura del aceite. Dóralas por ambos lados hasta que estén crujientes y doradas. Después, retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Sexto paso: Rebozar en azúcar y canela: Por último, mezcla el resto del azúcar (100 gramos) con un poco de canela en polvo. Reboza las torrijas aún calientes en esta mezcla. También puedes añadirles un chorrito de miel por encima o incluso hacer un almíbar si lo prefieres
A continuación te voy a dar una serie de consejos útiles para unas torrijas perfectas:
- Elige bien el pan: Lo ideal es usar un pan especial para torrijas o una barra de pan del día anterior con buena miga. También puedes usar un pan brioche para un toque más suave y dulce.
- No te pases con el empapado: Si las torrijas se empapan demasiado, se romperán. La clave está en que absorban leche sin llegar a deshacerse.
- Controla la temperatura del aceite. Si el aceite está muy caliente, se dorarán por fuera pero quedarán frías por dentro. Si está muy frío, absorberán demasiado aceite.
- Prueba otros sabores: Puedes infusionar la leche también con naranja, clavo, vainilla o sustituir parte de la leche por nata para una textura más cremosa.
- Versión al horno o en airfryer: Si prefieres una versión más ligera, puedes hacerlas al horno o en freidora de aire. Solo necesitar pincelarlas con un poco de aceite y hornear hasta que estén doradas.
Errores comunes al hacer torrijas:
- Usar pan demasiado fresco: El pan recién hecho se deshace con facilidad al absorber la leche. Mejor dejarlo reposar uno o dos días.
- No colar la leche: Dejar trozos de canela o limón puede ser desagradable al morder la torrija.
- Freír con aceite muy usado: Utiliza aceite limpio para evitar sabores extraños.
- No escurrir bien el exceso de leche: Si el pan está demasiado mojado al freírlo, puede salpicar mucho y absorber más aceite.
- Poner el azúcar con la torrija aún muy caliente. Si están muy calientes, el azúcar se derrite y no se adhiere bien.
La torrijas son un clásico que nunca falla, una receta que es una tradición. Aunque parezcan sencillas, hay que contar con experiencia previa para que salgan de la mejor manera, es decir, a la antigua. Se admiten múltiples variaciones según el gusto de cada uno. Te animo a que prepares esta receta y la hagas tuya, dándole ese toque especial que sólo tu puedes aporta. Ya sea como postre, merienda o desayuno especial, las torrijas siempre van a ser una excusa perfecta para reunirse en familia o con amigos.